martes, 13 de noviembre de 2007

Lumen

el problema es originado por los límites de nuestra capacidad de medir. En realidad el problema es creado por creer que medir=conocer ES idéntico a ser=objeto. El conocer es una actividad del que conoce, no es el objeto existente que da origen a su conocimiento. Puedo no saber si el gato está vivo o muerto, pero el gato no está vivo y muerto, está solo en un estado, que yo desconozco. No distinguir SER de CONOCER es el error epistemológico que origina la aparente paradoja

1 comentario:

Anónimo dijo...

tu paradoja epistemológica consiste en suponer que creer y conocer son la misma cosa. estrictamente hablando yo por ejemplo no existía hasta que me conociste. yo era potencialmente cualquier persona (si no lo sigo siendo).
está bien, ser y conocer no son exactamente lo mismo, pero convengamos que para admitir lo primero se necesita lo segundo.

yo también estoy viva y muerta ahora. estoy en buenos aires y estoy en kyoto.
porque vos no sabés.